lunes

El Cazador de las Tinieblas

…Reconozco que podía sentir como descendía lentamente hasta el fondo de mis propias entrañas con cada paso que daba…
…Reconozco que en la profunda oscuridad saboreaba mi locura, aquí en el centro de las tinieblas.
Retenía la respiración y en el silencio distinguía el sonido de sus garras avanzando sobre el pasto, sobre las hojas secas, subiendo con maestría natural sobre los troncos saltando hasta el muro convirtiendo su cuerpo en una sombra negra con ojos rojos. Recorrido que trasciende mi alma, mis sentidos, envenenando mi aire con su presencia, con su sangre podrida.
Como una autobiografía de terror: …la envenené. Sin poder apreciar su cadáver sobre el cual esperaba danzar, simplemente nunca mas la volvì a ver, nunca mas la volvìa a odiar.
Investigando entendí que yo era solo una parte de su camino nocturno, cuyo destino era cruzarse instintivamente con otros seres enjaulados de distinta raza, que aguardaban al final del camino.
Conmigo probó el manjar de la muerte.
Ahora sin ella no hay tinieblas, no hay llave hacia los infiernos, no hay barreras que afrontar o prisión de cual escapar. No hay peste que vencer.

A.Fantasma

sábado

Insula Futura

Sumergidos a la fuerza hasta el fondo del abismo, aún en el presente la sonrisa maquiavélica advierte que nunca cambiarè…
Analizando las experiencias impredecibles o ilógicas, sorpresas que taladran profundo en la memoria atravesando el alma hacia lo imborrable... abanderados momentos, como el símbolo de eternas batallas.
Sombra enrojecida de apacible necedad, autoembrujo.
El objeto de escribir es la inconstancia del motivo. Cicatrices en el espejo que convierten los sueños en pesadillas y las pesadillas en realidad como una ínsula futura.