lunes

Casual suspiro que encierra la noche

Bastet Audrey dice:
y Betty?
Estepario - Anacoreta Dinastìa dice:
no estaba anoche
no estaba en el ambiente
ni en el aire respirable
Tampoco estabas tu, así ke pensé ke estaban juntas

Como un bostezo extraviado, la conexión se corta. Como el tiempo que extingue una era. Tu pregunta casual engruesa mi lista trimestral de casualidades, algunas privadas otras alusivas obsesiones, primitivas reales curiosas, otras laberínticas inscripciones del combate por no aceptar el destino. Yo me entiendo.

¿Dónde están las casualidades? ¿o es este otro intrincado secreto posteado del blog?

Primero te interrumpiría y te diría que la casualidad si existe y no es destino. Casualidad es que haya tokado “c`est le vent, Betty” en mi pianito de juguete –la canción de la película- y me hayas preguntado por ella en la tarde. Como si llevara la marca de sus besos en la mejilla y me preguntaras por ella. Otro ejemplo, preparar una torta de plátano y que en los Simpson la del cabello azul preparase uno. Pensar en Perlas Ensangrentadas y que la pongan en la discoteca. Intrascendentes situaciones, pero de sorpresa risueña. El destino si trasciende, su existencia genera cambios, situaciones donde hay ke estar atentos, porque no acaban hasta que el presente se desangre en un rìo dorado que conduce al futuro.

La casualidad es como en triple de durazno con pollo y espinaca con trocitos de pasas y pecanas en pan blanco con mayonesa hecha en casa. El destino es como la cena de Navidad. Ambos te quitan el hambre, te llenan la pansa por un rato, pero su diferencia es clara.

¿Dónde esta Betty? …En el camino, nunca en la quietud.