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3.2.E “EL EROTISMO” DE BATAILLE

3.2.E/ “El Erotismo” de Bataille

Un ensayo quemadazo (gracias Ludo Tótem por el libro), mis notas hasta la pag. 106 donde me quede:

No hay mejor medio para familiarizarse con la muerte que aliarla a una idea libertina. (Sade)
Bataille inicia relacionando el erotismo con la muerte, una muerte que libera: Podemos decir del erotismo que es la aprobación de la vida hasta en la muerte.

Existe dos tipos de erotismo: el erotismo de los cuerpos y el erotismo de los corazones.
Toda la operación erótica tiene como principio una destrucción de la estructura de ser cerrado que es, en su estado normal, la acción decisiva de quitarse la ropa. La desnudez se opone al estado cerrado.
La desnudez es un estado de comunicación.
El erotismo de los cuerpos tiene de todas maneras algo pesado, algo siniestro. Preserva la discontinuidad individual, y siempre actúa en el sentido de un egoísmo cínico. El erotismo de los corazones es más libre.
Sólo el sufrimiento revela la entera significación del ser amado.

El ser amado es para el amante la transparencia del mundo.
Le parece al amante que sólo el ser amado puede, en este mundo, realizar lo que nuestros límites prohíben.
La pasión nos adentra así en el sufrimiento, puesto que es, en el fondo, la búsqueda de un imposible; y es
también, superficialmente, siempre la búsqueda de un acuerdo que depende de condiciones aleatorias.
Sólo la experiencia negativa es digna de atención.
Lo que la experiencia mística revela es una ausencia de objeto (el erotismo de los corazones).
¿Podríamos, sin violencia interior, asumir una negación que nos conduce hasta el límite de todo lo posible?

La poesía lleva al mismo punto que todas las formas del erotismo: a la indistinción, a la confusión de objetos distintos. Nos conduce hacia la eternidad, nos conduce hacia la muerte y, por medio de la muerte, a la continuidad: la poesía es la eternidad. Es la mar, que se fue con el sol.

Si bien la razón manda, nuestra obediencia no es jamás ilimitada.
Hay en la naturaleza, y subsiste en el hombre, un impulso que siempre excede los límites y que sólo en parte puede ser reducido.
En el terreno donde se desenvuelve nuestra vida, el exceso se pone de manifiesto allí donde la violencia supera a la razón.

Las reacciones humanas precipitan el movimiento;
la angustia precipita el impulso y al mismo tiempo lo hace más sensible.
La trasgresión no es la negación de lo prohibido, sino que lo supera y lo completa.

En el origen de la crisis lo que hay es un movimiento animal en nosotros. Pero el trance de los órganos no es libre. No puede tener curso sin el acuerdo de la voluntad.
El ser en verdad se divide, su unidad se quiebra.
En ese momento, la vida pletórica de la carne topa con la resistencia del espíritu. Ni el acuerdo aparente basta; la convulsión de la carne, más allá del consentimiento, exige silencio, pide la ausencia del espíritu.
El impulso carnal es singularmente extraño a la vida humana; se desencadena fuera de ella, con la condición de que calle, con la condición de que se ausente.
Quien se abandona a ese impulso ya no es humano.
No comparto todas las ideas de Bataille, pero es tentador su ensayo.

3.3 Las películas:

Me acompañaron:
Fallen Angels de Wong Kar Wai, Hipnosis Mortal, Rekka de Takashi Miike, El Club de los Suicidas. –los asiáticos si saben ser impulsivos-
De Kim Ki Duk vi Primavera, Verano, Otoño, Invierno y otra vez Primavera. Adoro Hierro 3, es una de mis preferidas, si bien Primavera es anterior era necesaria para poder haber creado H3, se nota la evolución del autor. No creo que sea así con las mujeres, una tras otra hasta llegar a la definitiva. Ya camine mucho y todas son distintas sendas para un mismo destino que es el amar. Aunque el amor siempre es distinto, no solo cambia de rostro. Aprendí mucho de esta anti-relación, aunque nunca llevamos el título de enamorados fuimos en un instante poderosos, así lo sentí, poderosos pero vencibles pro nosotros mismos. No podría calificarla como mi ex enamorada pero si como un ex-amor. Una nueva estación para un viaje sin retorno, un nuevo ciclo para aprender y corregirse.
El cine me alimenta, es difícil de explicar. Este tipo de cine aprovecha lo ilimitado de la creación, lo impredecible, no tiene límites. Por eso me inspira a que puedo alcanzar ese camino cuyos primeros pasos los doy con guiones que escribo y pilotos de cortos. Betty Blue si encajaba en este proceso, pero no debía volver a ver esa película.